jueves, 12 de mayo de 2011
viernes, 6 de mayo de 2011
Adelanto Lunes 09/06/2011 en Herederos de una venganza
Adelanto de Lunes: Antonio y Mercedes hacen el amor por primera vez
Con Julia (Morales) muerta, los ojos de Vidisterra están puestos sobre Antonio (Castro), el principal sospechosos del asesinato de la fiscal. Sin embargo, Berlanga (Colombo), el policía del pueblo, le da a Antonio la posibilidad de que busque al verdadero culpable antes de apresarlo.
En medio de esta situación, Antonio y Mercedes (Gaetani) se encuentran a solas y, sabiendo que de ir preso esa será la ultima oportunidad para estar juntos, la pareja da rienda suelta a la pasión y hace el amor por primera vez.
Pero esa unión resulta ser más fuerte que cualquier sacrificio ya que, mientras Antonio y Mercedes se aman, la maldición que cae sobre Vidisterra cesa: las embarazadas se recuperan y sus nonatos quedan fuera de peligro.
Nadie se explica como ha ocurrido el milagro y mucho menos La Logia porque para sus integrantes no es posible que la maldición se detenga sin haber un sacrificio de por medio.
Con Julia (Morales) muerta, los ojos de Vidisterra están puestos sobre Antonio (Castro), el principal sospechosos del asesinato de la fiscal. Sin embargo, Berlanga (Colombo), el policía del pueblo, le da a Antonio la posibilidad de que busque al verdadero culpable antes de apresarlo.
En medio de esta situación, Antonio y Mercedes (Gaetani) se encuentran a solas y, sabiendo que de ir preso esa será la ultima oportunidad para estar juntos, la pareja da rienda suelta a la pasión y hace el amor por primera vez.
Pero esa unión resulta ser más fuerte que cualquier sacrificio ya que, mientras Antonio y Mercedes se aman, la maldición que cae sobre Vidisterra cesa: las embarazadas se recuperan y sus nonatos quedan fuera de peligro.
Nadie se explica como ha ocurrido el milagro y mucho menos La Logia porque para sus integrantes no es posible que la maldición se detenga sin haber un sacrificio de por medio.
jueves, 5 de mayo de 2011
Romina Gaetani: "Disfruto de mi soltería, pero necesito tener un hombre cerca"
En persona, Romina Gaetani está varias millas lejos de esa imagen extrovertida o comehombres que muchas veces interpreta en televisión. Es reflexiva y, antes de contestar, baja la cabeza como una alumna aplicada. Tiene una carcajada poco sensual pero especialmente contagiosa que, incluso, se dispara cuando habla de su reciente separación de Hernán Nisenbaum (43). “Me pregunto qué es lo que realmente quiero”, dice ella. Pura honestidad. Y agrega: “Estuve tan ligada al mandato social que muchos de mis actos no coincidieron con mis deseos. Ahora quiero romper con determinadas estructuras. Me encuentro en una meseta, como si estuviera surfeando, esperando la ola”.
Romina vive tiempos de cambios. Dice que meditar la ayuda a tomar distancia de su personaje público: “Medito desde hace seis años, todos los viernes me reúno con un grupo. Gracias a esto, aprendí a estar atenta al deseo y a contactarme con la felicidad. Elijo todo aquello que me hace feliz, no desde la conveniencia”. Hace días cumplió 34 años y recién pasó un mes desde que se separó de su última pareja, tras un año de convivencia. Volvió a su departamento de soltera, de tres ambientes en Belgrano, con cierta sensación de resignación mezclada con una chispa de orgullo: “Trato de dilucidar día a día qué sucedió. Es fuerte separarse de alguien que uno quiere tanto. Pero, a su vez, me enorgullece la capacidad de entender cuál es el límite y cortar a tiempo”, asegura. Así comienza su entrevista con ¡Hola! Argentina.
–Dicen que la peor parte la lleva el que se va. ¿Fue difícil tomar la decisión de terminar?
–Siempre es difícil. Pero no fue un drama. Eso trato de hacerlo sólo en la tele. [Ríe.] En la vida trato de ser práctica, ir al problema. Me pregunto qué es lo que me hace bien y a partir de eso tomo una decisión. Lo importante es evitar lo que a uno no le gusta que le hagan. Respetar al otro y a sí mismo. En lo personal, eso me lleva a lugares interesantes a la hora de relacionarme. Con Hernán estuvimos un año y llegamos a la decisión de terminar desde el amor. Está bueno tomarse un tiempo, una distancia…
–¿Quiere decir que la separación no es definitiva?
–Uno nunca sabe si es definitiva o no. Sobre todo si en la separación los dos estuvimos de acuerdo y los dos opinamos lo mismo. Cuando no te encontrás con el otro, no hay que buscar la herida como excusa. Está bueno alejarse: quizá sirva para volver a encontrarse de una mejor manera.
–¿Sos una mujer difícil para convivir?
–No creo, pero reconozco que soy muy individualista. Disfruto mucho quedarme mirando el techo en silencio o escuchar un mismo disco todos los días del año. A veces los caminos y los tiempos en la pareja son distintos. Uno tiene que pensar qué es lo mejor para los dos; ésa es la clave de todo.
–¿Qué errores no volverías a cometer en pareja?
–Tendría que ser más paciente. Lo hablo en terapia para no repetirlo.
–¿En qué situaciones solés perder la paciencia?
–Soy de tirarme a la pileta enseguida. Tengo que dejar que las cosas fluyan.
–¿Elegiste a los hombres correctos o te equivocaste?
–Todos me brindaron cosas buenas. De todos aprendí algo bueno, que hacen la mujer que soy hoy. Hasta con los que no la pasé nada bien… Con los que sentí que me faltaron el respeto o que no me valoraron entendí que era yo la que no me valoré. Cuando empecé a ver el espejo del otro lado, comprendí que igual crecí como mujer. Eso hace que cada vez elija al hombre que tiene que ver con mi nivel de valoración y de sentimientos.
–¿Sos amiga de tus ex?
–Bastante. Me encantaría tomar un café con cada uno de ellos. ¡Sería muy divertido!
–¿Qué pensás de los rumores que te involucran con Luciano Castro?
–Eso no me hace reír. No me es indiferente tampoco. Desde ya que lo hablamos con Hernán, mi ex. Si estuviera del otro lado, no me parecería nada agradable. Más allá de decir que no es cierto, creo que hay gente que disfruta de hablar demás.
–¿Por qué creés que los vinculan?
–Tal vez porque con Luciano nos llevamos genial, nos divertimos muchísimo. Nos entendemos porque tenemos el mismo humor
–Entonces, ¿al menos hay química entre ustedes?
–Tenemos química, pero es una relación limpia, sana. Quizás otros no lo leen así y se arma una segunda novela. Me parece que eso fue lo que ocurrió. Armaron una fantasía a raíz de una foto en la que Luciano me hablaba al oído.
–¿El próximo hombre puede ser del ambiente?
–Nunca salí con un actor, no sé qué sucedería.
–¿Y hasta dónde te afecta que inventen romances?
–No me afecta. Estoy con la conciencia tranquila y lo hablo con la gente que quiero, como lo hice con mi ex. El sabe el tipo de persona que soy y cómo estoy. Sabe que estoy muy tranquila.
LOS DIAS DE ROMINA
Se levanta a las seis y media de la mañana, toma un jugo de kiwi y a las siete en punto sale de su departamento de Belgrano (décimo piso). Sube a su auto y, antes de encender el motor, coloca un CD de Bebo Cigala o de Calle 13: “Es uno de los momentos más placenteros. Llenarme el auto de muy buenos discos. Escucho de todo durante esa media hora que tardo de casa al trabajo. Me sé el camino tan de memoria que me dejo llevar. Me siento protegida en el auto. Lo tengo arreglado, perfumado, con todo en su lugar”.
A la salida de la grabación, sus actividades varían según el día. Los martes hace terapia. Además, tres veces por semana entrena con su personal trainer. Otro día va a un centro de estética. Por lo general, regresa a casa a las nueve de la noche, pide comida de un delivery y hace zapping. Trata de no hablar por teléfono. Se ducha y, claro, ve la novela. Sábados y domingos, volvió a ver teatro. “Elijo quedarme tirada o estar en familia –dice–. Ahora estoy refaccionando mi hogar, eso me lleva tiempo. Es fuerte volver a la misma casa”, insiste.
–¿Sufrís la vuelta a la soltería?
–Para nada. Estoy feliz, en una etapa de crecimiento. La verdad es que lo estoy pasando bien. Tomo el aprendizaje desde un lugar positivo y eso me da tranquilidad, madurez. Me ayuda la meditación, tengo un camino espiritual presente. Me hace bien con el trabajo que tengo, con la exposición.
–¿Te resulta difícil lograr el equilibrio en tu labor?
–Hay momentos que son más livianos que otros. Aprendí a tener un espacio de gozo en mi trabajo. Por primera vez, desde Botineras a esta parte, confío más en el otro, me siento mucho más segura hacia el rumbo que quiero ir como actriz. Estoy en la búsqueda hacia lo que quiero ser como mujer y como actriz, trato de resolver para qué lado tengo ganas de empezar a caminar.
–Alguna vez te definiste como autosuficiente, ¿seguís así?
–Pienso que sí. Pero me cuesta mucho recostarme.
–¿Creés que al hombre le asusta esa autosuficiencia?
–¡A mí me divierte tanto! [Ríe.] Y creo que hago divertir al otro. Porque digo que puedo con todo, pero quiero que mi hombre esté siempre cerca. Mi imagen de poderosa tiene un costado hasta infantil. Necesito que mi pareja esté cerca.
–¿Pensás que los hombres están cada día más difíciles?
–¡Igual que nosotras! Hoy la mujer tomó una postura tan fuerte y masculina que el hombre se coloca en otro lugar. En una cultura tan machista como la nuestra, les cuesta el cambio.
–¿Padecen el nuevo rol que tomó la mujer?
–No sé si lo sufren, pero los obliga a tener una mirada más femenina. Nosotras tenemos que equilibrarnos, porque salimos a la calle, peleamos por un puesto, somos madres, amas de casa. Hoy el amor consiste en visiones mucho más amplias, más abiertas. No es que estén más difíciles, es un momento en general distinto para ambos sexos. Por eso muchos usan la tecnología para acercarse.
–¿Vos sos fanática del Facebook o de Twitter?
–Para nada. No me gusta navegar por internet. Escribo tres mails por mes. Es que soy muy impaciente, me cuesta entender el tema de la tecnología y tampoco me hice el tiempo para aprender. Soy tan volada, tan distraída que no puedo estar dos horas sentada. Me encanta que me llamen, y no tanto que me manden un mensaje de texto, me aburre ponerme a escribir por celular. Siempre digo que soy muy solitaria y autosuficiente, pero también me gusta estar con un hombre a mi lado
–La mayoría de tus amigas deben estar casadas o con hijos. ¿Te sentís diferente?
–Lo vivo con mucha felicidad. Me hace bien verlas en el lugar que eligieron estar. Les pregunto todo, me interesa el mundo de las mamás. Me intriga enterarme sobre la crianza de un bebé, las escucho.
–¿Serías madre soltera?
–Tengo ganas de ser madre, pero con un padre.
–Ahora que fue pública tu separación, ¿recibiste algún llamado de un hombre?
–Me llamaron. Y, debo confesarlo, me mima el ego que lo hagan.
–¿Qué esperás del próximo hombre?
–Todas las buenas cosas que vengo buscando: un buen compañero. Me parece que el compañerismo es fundamental en la pareja. Algún día llegará.
martes, 3 de mayo de 2011
LOS HEREDEROS Romina Gaetani y Luciano Castro
Unidos en otro acierto de Pol-ka y El Trece, los protagonistas de Herederos de una venganza comparten con Miradas el otro lado del éxito y la pasión que los une: la actuación.
Soy bicho de televisión desde hace 13 años y, a pesar de ser del medio, tengo las mismas curiosidades que el resto. ¿Se llevarán bien? ¿Competirán entre ellos? ¿Estarán tan lindos personalmente? Lo cierto es que esta dupla está despierta desde las 6 de la mañana, y cada día tiene extensas jornadas de grabación de diez u once horas. Talentosos, bonitos y conscientes de estar barrenando una nueva ola de éxito en sus respectivas carreras, Romina Gaetani y Luciano Castro nos muestran el otro lado, el backstage de sus días de gloria laboral. ¿Con respecto a si son o parecen lindos? La verdad, están tan bien o mejor que como se los ve en la televisión. Ella destila sensualidad y él... es un bombón asesino.
Miradas cumple 8 años y ustedes llevan muchos años de carrera...
Luciano: Llevo 20 casi, empecé en el ‘92 con Jugate conmigo.
Romina: Mucho no me acuerdo... Mi debut fue en el ‘97 en teatro con Pepe Cibrián, así que 14 años...
Luciano: Llevo 20 casi, empecé en el ‘92 con Jugate conmigo.
Romina: Mucho no me acuerdo... Mi debut fue en el ‘97 en teatro con Pepe Cibrián, así que 14 años...
¿Qué pasó en estos últimos 8 años? ¿Imaginaron esta explosión de hacer un éxito tras otro?
Romina: No... no imaginaba nada. Sí soñé, deseé, y después fue el día a día, ir a los castings, sentirte a veces más segura, otras menos. A veces disfrutando, a veces por placer y otras por necesidad. Hace 8 años estaba haciendo Soy gitano, que fue muy importante para mi carrera.
Luciano: Hace 8 años hacía Durmiendo con mi jefe, que medía menos que un enano (risas). Entonces empecé con Los Roldán, donde verdaderamente sentí que alguien me miraba. Ese mismo año gané muchos premios en teatro, y ahí me di cuenta de que se estaban fijando en mí. Comencé a pensar en lo que podía llegar a ejecutar como actor, por lo que empecé a trabajar para eso y a tener conducta. Yo no tengo representante, todo lo arreglo solo. Mil veces tuve que negociar, tuve que aprender a pedir.
Romina: Yo sí tengo, aunque me manejé sin representante cuando viajé a México y me gustó. Arreglé todo yo, me equivoqué en algunas cosas y las tuve que solucionar. Pero soy más miedosa, tal vez no sea una buena negociadora.
Luciano: A mí no me queda otra. No tengo alguien que diga: "¡qué bien que estuvo Luciano en tal cosa, merece más plata!". En eso sí tengo pudor, nunca digo "Che, estuve muy bien en Valientes, merezco ganar más", pero hay que buscar la forma y el momento. Ojo, depende de con quién te sientes a hablar. Adrián Suar, Sebastián Ortega, Enrique Estevanez, Claudio Villaruel, todos son muy distintos.
Romina: No... no imaginaba nada. Sí soñé, deseé, y después fue el día a día, ir a los castings, sentirte a veces más segura, otras menos. A veces disfrutando, a veces por placer y otras por necesidad. Hace 8 años estaba haciendo Soy gitano, que fue muy importante para mi carrera.
Luciano: Hace 8 años hacía Durmiendo con mi jefe, que medía menos que un enano (risas). Entonces empecé con Los Roldán, donde verdaderamente sentí que alguien me miraba. Ese mismo año gané muchos premios en teatro, y ahí me di cuenta de que se estaban fijando en mí. Comencé a pensar en lo que podía llegar a ejecutar como actor, por lo que empecé a trabajar para eso y a tener conducta. Yo no tengo representante, todo lo arreglo solo. Mil veces tuve que negociar, tuve que aprender a pedir.
Romina: Yo sí tengo, aunque me manejé sin representante cuando viajé a México y me gustó. Arreglé todo yo, me equivoqué en algunas cosas y las tuve que solucionar. Pero soy más miedosa, tal vez no sea una buena negociadora.
Luciano: A mí no me queda otra. No tengo alguien que diga: "¡qué bien que estuvo Luciano en tal cosa, merece más plata!". En eso sí tengo pudor, nunca digo "Che, estuve muy bien en Valientes, merezco ganar más", pero hay que buscar la forma y el momento. Ojo, depende de con quién te sientes a hablar. Adrián Suar, Sebastián Ortega, Enrique Estevanez, Claudio Villaruel, todos son muy distintos.
¿Con qué papeles sueñan de acá a un tiempo?
Luciano: Quiero hacer teatro, y voy a hacerlo. Es lo que más me gusta. Y si puedo, quiero un 2012 de cine. Realmente no tengo muchas propuestas, pero las que tengo quiero hacerlas. Me propusieron hacer El 5 de Talleres, de los mismos productores de Gigante, película por la que ganaron un Oso de Plata en Berlín. Son extraordinarios. En teatro voy a hacer a findes de mayo Yepeto con Rodolfo Ranni en el Cervantes. Tengo el año bastante armado, me falta cerrar lo de la película.
Romina: A mí me gustaría hacer personajes que estén alejados de lo que vengo haciendo, aunque ya lo hice en Botineras. Me gustaría hacer teatro, cine, cosas que me signifiquen crecer por otros lados. Teatro por ejemplo, porque el teatro es del actor.
Luciano: Exacto. Ahí es donde uno realmente actúa. Te sentís actor. No hay medias tintas. Ahí pelás todo lo que sabés y lo ejecutás en ese momento. Es lo más grande que hay. En cine y televisión, que también son hermosos, tenés muchas oportunidades de equivocarte. En teatro, te equivocás y tenés que seguir.
Luciano: Quiero hacer teatro, y voy a hacerlo. Es lo que más me gusta. Y si puedo, quiero un 2012 de cine. Realmente no tengo muchas propuestas, pero las que tengo quiero hacerlas. Me propusieron hacer El 5 de Talleres, de los mismos productores de Gigante, película por la que ganaron un Oso de Plata en Berlín. Son extraordinarios. En teatro voy a hacer a findes de mayo Yepeto con Rodolfo Ranni en el Cervantes. Tengo el año bastante armado, me falta cerrar lo de la película.
Romina: A mí me gustaría hacer personajes que estén alejados de lo que vengo haciendo, aunque ya lo hice en Botineras. Me gustaría hacer teatro, cine, cosas que me signifiquen crecer por otros lados. Teatro por ejemplo, porque el teatro es del actor.
Luciano: Exacto. Ahí es donde uno realmente actúa. Te sentís actor. No hay medias tintas. Ahí pelás todo lo que sabés y lo ejecutás en ese momento. Es lo más grande que hay. En cine y televisión, que también son hermosos, tenés muchas oportunidades de equivocarte. En teatro, te equivocás y tenés que seguir.
Sabiendo lo que exige la profesión, ¿cómo se cuidan?
Romina: Él está muy bien, chicas. Yo, en cambio, en el mes de febrero me comí un par de tortas (risas). La verdad, hago gimnasia y aprendí a comer sano. Ésa es la clave, y disfruto cuando veo el resultado. Me siento bien, fuerte y sana, pero obviamente me doy los gustos cuando quiero, sin culpa.
Luciano: Yo entreno cuatro veces por semana. Nado y hago una parte de complementos con aparatos. También salgo a correr. Lamentablemente no puedo darme gustos, me cuido muchísimo. Cuando era adolescente me costaba más subir de peso y menos perderlo. Ahora no me queda otra, tengo una edad donde me cuesta un montón bajarlo. Tengo que estar muy flaco para que se me vea bien, si no en la tele salgo regordete. Extraño los asados, la factura a la mañana, los alfajores y el dulce de leche, pero me porto bien. Como gelatina y soy un infeliz.
Romina: Él está muy bien, chicas. Yo, en cambio, en el mes de febrero me comí un par de tortas (risas). La verdad, hago gimnasia y aprendí a comer sano. Ésa es la clave, y disfruto cuando veo el resultado. Me siento bien, fuerte y sana, pero obviamente me doy los gustos cuando quiero, sin culpa.
Luciano: Yo entreno cuatro veces por semana. Nado y hago una parte de complementos con aparatos. También salgo a correr. Lamentablemente no puedo darme gustos, me cuido muchísimo. Cuando era adolescente me costaba más subir de peso y menos perderlo. Ahora no me queda otra, tengo una edad donde me cuesta un montón bajarlo. Tengo que estar muy flaco para que se me vea bien, si no en la tele salgo regordete. Extraño los asados, la factura a la mañana, los alfajores y el dulce de leche, pero me porto bien. Como gelatina y soy un infeliz.
domingo, 1 de mayo de 2011
Bienvenidos!
Bienvenidos a este blog dedicado pura y exclusivamente a Romina Gaetani. Acá podrán encontrar fotos videos información y todo lo que deseen. Pueden dejarme su comentario con alguna sugerencia!
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