Unidos en otro acierto de Pol-ka y El Trece, los protagonistas de Herederos de una venganza comparten con Miradas el otro lado del éxito y la pasión que los une: la actuación.
Soy bicho de televisión desde hace 13 años y, a pesar de ser del medio, tengo las mismas curiosidades que el resto. ¿Se llevarán bien? ¿Competirán entre ellos? ¿Estarán tan lindos personalmente? Lo cierto es que esta dupla está despierta desde las 6 de la mañana, y cada día tiene extensas jornadas de grabación de diez u once horas. Talentosos, bonitos y conscientes de estar barrenando una nueva ola de éxito en sus respectivas carreras, Romina Gaetani y Luciano Castro nos muestran el otro lado, el backstage de sus días de gloria laboral. ¿Con respecto a si son o parecen lindos? La verdad, están tan bien o mejor que como se los ve en la televisión. Ella destila sensualidad y él... es un bombón asesino.
Miradas cumple 8 años y ustedes llevan muchos años de carrera...
Luciano: Llevo 20 casi, empecé en el ‘92 con Jugate conmigo.
Romina: Mucho no me acuerdo... Mi debut fue en el ‘97 en teatro con Pepe Cibrián, así que 14 años...
Luciano: Llevo 20 casi, empecé en el ‘92 con Jugate conmigo.
Romina: Mucho no me acuerdo... Mi debut fue en el ‘97 en teatro con Pepe Cibrián, así que 14 años...
¿Qué pasó en estos últimos 8 años? ¿Imaginaron esta explosión de hacer un éxito tras otro?
Romina: No... no imaginaba nada. Sí soñé, deseé, y después fue el día a día, ir a los castings, sentirte a veces más segura, otras menos. A veces disfrutando, a veces por placer y otras por necesidad. Hace 8 años estaba haciendo Soy gitano, que fue muy importante para mi carrera.
Luciano: Hace 8 años hacía Durmiendo con mi jefe, que medía menos que un enano (risas). Entonces empecé con Los Roldán, donde verdaderamente sentí que alguien me miraba. Ese mismo año gané muchos premios en teatro, y ahí me di cuenta de que se estaban fijando en mí. Comencé a pensar en lo que podía llegar a ejecutar como actor, por lo que empecé a trabajar para eso y a tener conducta. Yo no tengo representante, todo lo arreglo solo. Mil veces tuve que negociar, tuve que aprender a pedir.
Romina: Yo sí tengo, aunque me manejé sin representante cuando viajé a México y me gustó. Arreglé todo yo, me equivoqué en algunas cosas y las tuve que solucionar. Pero soy más miedosa, tal vez no sea una buena negociadora.
Luciano: A mí no me queda otra. No tengo alguien que diga: "¡qué bien que estuvo Luciano en tal cosa, merece más plata!". En eso sí tengo pudor, nunca digo "Che, estuve muy bien en Valientes, merezco ganar más", pero hay que buscar la forma y el momento. Ojo, depende de con quién te sientes a hablar. Adrián Suar, Sebastián Ortega, Enrique Estevanez, Claudio Villaruel, todos son muy distintos.
Romina: No... no imaginaba nada. Sí soñé, deseé, y después fue el día a día, ir a los castings, sentirte a veces más segura, otras menos. A veces disfrutando, a veces por placer y otras por necesidad. Hace 8 años estaba haciendo Soy gitano, que fue muy importante para mi carrera.
Luciano: Hace 8 años hacía Durmiendo con mi jefe, que medía menos que un enano (risas). Entonces empecé con Los Roldán, donde verdaderamente sentí que alguien me miraba. Ese mismo año gané muchos premios en teatro, y ahí me di cuenta de que se estaban fijando en mí. Comencé a pensar en lo que podía llegar a ejecutar como actor, por lo que empecé a trabajar para eso y a tener conducta. Yo no tengo representante, todo lo arreglo solo. Mil veces tuve que negociar, tuve que aprender a pedir.
Romina: Yo sí tengo, aunque me manejé sin representante cuando viajé a México y me gustó. Arreglé todo yo, me equivoqué en algunas cosas y las tuve que solucionar. Pero soy más miedosa, tal vez no sea una buena negociadora.
Luciano: A mí no me queda otra. No tengo alguien que diga: "¡qué bien que estuvo Luciano en tal cosa, merece más plata!". En eso sí tengo pudor, nunca digo "Che, estuve muy bien en Valientes, merezco ganar más", pero hay que buscar la forma y el momento. Ojo, depende de con quién te sientes a hablar. Adrián Suar, Sebastián Ortega, Enrique Estevanez, Claudio Villaruel, todos son muy distintos.
¿Con qué papeles sueñan de acá a un tiempo?
Luciano: Quiero hacer teatro, y voy a hacerlo. Es lo que más me gusta. Y si puedo, quiero un 2012 de cine. Realmente no tengo muchas propuestas, pero las que tengo quiero hacerlas. Me propusieron hacer El 5 de Talleres, de los mismos productores de Gigante, película por la que ganaron un Oso de Plata en Berlín. Son extraordinarios. En teatro voy a hacer a findes de mayo Yepeto con Rodolfo Ranni en el Cervantes. Tengo el año bastante armado, me falta cerrar lo de la película.
Romina: A mí me gustaría hacer personajes que estén alejados de lo que vengo haciendo, aunque ya lo hice en Botineras. Me gustaría hacer teatro, cine, cosas que me signifiquen crecer por otros lados. Teatro por ejemplo, porque el teatro es del actor.
Luciano: Exacto. Ahí es donde uno realmente actúa. Te sentís actor. No hay medias tintas. Ahí pelás todo lo que sabés y lo ejecutás en ese momento. Es lo más grande que hay. En cine y televisión, que también son hermosos, tenés muchas oportunidades de equivocarte. En teatro, te equivocás y tenés que seguir.
Luciano: Quiero hacer teatro, y voy a hacerlo. Es lo que más me gusta. Y si puedo, quiero un 2012 de cine. Realmente no tengo muchas propuestas, pero las que tengo quiero hacerlas. Me propusieron hacer El 5 de Talleres, de los mismos productores de Gigante, película por la que ganaron un Oso de Plata en Berlín. Son extraordinarios. En teatro voy a hacer a findes de mayo Yepeto con Rodolfo Ranni en el Cervantes. Tengo el año bastante armado, me falta cerrar lo de la película.
Romina: A mí me gustaría hacer personajes que estén alejados de lo que vengo haciendo, aunque ya lo hice en Botineras. Me gustaría hacer teatro, cine, cosas que me signifiquen crecer por otros lados. Teatro por ejemplo, porque el teatro es del actor.
Luciano: Exacto. Ahí es donde uno realmente actúa. Te sentís actor. No hay medias tintas. Ahí pelás todo lo que sabés y lo ejecutás en ese momento. Es lo más grande que hay. En cine y televisión, que también son hermosos, tenés muchas oportunidades de equivocarte. En teatro, te equivocás y tenés que seguir.
Sabiendo lo que exige la profesión, ¿cómo se cuidan?
Romina: Él está muy bien, chicas. Yo, en cambio, en el mes de febrero me comí un par de tortas (risas). La verdad, hago gimnasia y aprendí a comer sano. Ésa es la clave, y disfruto cuando veo el resultado. Me siento bien, fuerte y sana, pero obviamente me doy los gustos cuando quiero, sin culpa.
Luciano: Yo entreno cuatro veces por semana. Nado y hago una parte de complementos con aparatos. También salgo a correr. Lamentablemente no puedo darme gustos, me cuido muchísimo. Cuando era adolescente me costaba más subir de peso y menos perderlo. Ahora no me queda otra, tengo una edad donde me cuesta un montón bajarlo. Tengo que estar muy flaco para que se me vea bien, si no en la tele salgo regordete. Extraño los asados, la factura a la mañana, los alfajores y el dulce de leche, pero me porto bien. Como gelatina y soy un infeliz.
Romina: Él está muy bien, chicas. Yo, en cambio, en el mes de febrero me comí un par de tortas (risas). La verdad, hago gimnasia y aprendí a comer sano. Ésa es la clave, y disfruto cuando veo el resultado. Me siento bien, fuerte y sana, pero obviamente me doy los gustos cuando quiero, sin culpa.
Luciano: Yo entreno cuatro veces por semana. Nado y hago una parte de complementos con aparatos. También salgo a correr. Lamentablemente no puedo darme gustos, me cuido muchísimo. Cuando era adolescente me costaba más subir de peso y menos perderlo. Ahora no me queda otra, tengo una edad donde me cuesta un montón bajarlo. Tengo que estar muy flaco para que se me vea bien, si no en la tele salgo regordete. Extraño los asados, la factura a la mañana, los alfajores y el dulce de leche, pero me porto bien. Como gelatina y soy un infeliz.
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